me parece curioso que uno de los escarnios de la redada fuera hacia mi poca originalidad, como la más vergonzosa de las fechorías. sobretodo porque asumen que el programa de un webinar es estrictamente la invención conceptual de algo nuevo por quien lo imparte. todos los que yo he cursado, a la fecha, son todo lo opuesto. son profesores exponiendo las ideas de otres. de cualquier forma, la acusación hacia mi poca originalidad es un tema común en el ataque. en uno de los comentarios a mi publicación, r g dice “hablar de terror transexual fuera de lenguas inglesas empezó desde hace años”. como si mi programa dijera en algún lado que lo que hago nadie jamás lo ha hecho. y que yo soy, personalmente, las “lenguas inglesas”. además, dice que “no están iniciando o inventando nada”. en sus comentarios prevalece un ataque a un ámbito educativo que, propiamente, no está detrás de mi trabajo. no obstante, r g repite que el terror transexual “empezó fuera de la unam y de letras inglesas” y que “ya se hizo hace años”. igual reclama la coincidencia de algunas palabras, diciendo “tu terminología es muy parecida a la que uso”. ésta es la terminología de dos textos que usé en mi programa:
jack halberstam, en su texto skinflick (“peli de piel”) sobre el cuerpo post-humano en la famosa silence of the lambs, usa las palabras “monster”, “monstruos” & “monstrosity”, juntas, 41 veces. la palabras “flesh” (carne) la usa 15 veces. “body” (cuerpo), 45 veces. la palabras “horror” (horror/terror), 27 veces. “crime” (crimen) & criminality”, 14 veces. “fear” (miedo), 7 veces. “fiction” (ficción), 6 veces. “narrative” (narrativa), 10 veces. halberstam publicó skinflick en 1991.
susan stryker, en su texto performing transgender rage, usa la palabra “monster” & “monstruos” juntas, 64 veces. la palabras “flesh” (carne), 11 veces. “transsexual body”, 4 veces. “body”, 25 veces. “rage” (furia), 51 veces. stryker publicó transgender rage en 1994.
no sé si sea una terminología muy original. pero estoy segura que estes autores tampoco fueron les primeres en enunciarlas. más bien, a través de elles afirmo que estas palabras llevan (al menos) más de 30 años circulando en el imaginario trans. fueron y son de todes ☭
todas estas referencias sugieren que mi trabajo sí es distinto, porque no hace lo mismo que ella. no hace una “genealogía” de las películas de terror transexual ni un “mapeo” exhaustivo de sus representaciones mexicanas. no habla de “las desplazadas”. no habla de “las trans” locales y, por ello, soy una investigadora deficiente. porque, en sus palabras, solo “hablo de las gringas” (los hombres trans no existen). entonces, r g está reconociendo que mi trabajo sí es diferente al suyo.
no me queda claro. si le indigna parecerme demasiado a ella o no parecerme lo suficiente a ella.